martes, 19 de marzo de 2013

EL MANANTIAL

The “Fountainhead” o “El Manantial” es una película basada en la novela El manantial, de Ayn Rand. Sigue fielmente la trama argumental básica de la novela, aunque, como es lógico, dejando fuera muchas subtramas del libro. Fue realizada en 1949, dirigida por King Vidor y está protagonizada por Gary Cooper (Howard Roark), Patricia Neal (Dominique Francon), Raymond Massey (Gail Wynand) y Kent Smith (Peter Keating). En realidad es una película de tesis por así decirlo porque Ayn Rand escribió varias novelas, entre ellas la de la película, en las que por medio de una historia transmite una filosofía, la del objetivismo. El guión fue escrito por la misma Ayn Rand, y controlado minuciosamente por ella de una forma completamente desacostumbrada en Hollywood, donde los estudios se toman todo tipo de libertades con los guiones originales. En varias ocasiones durante el rodaje, Ayn amenazó con suspender todo el proyecto si el guión sufría la más leve modificación (lo que nos recuerda una trama de la película, en la que Roark (Cooper) vende un diseño suyo a otro arquitecto para que lo firme, con la única condición de que no se cambie absolutamente nada). Hay que tener en cuenta que es 1949 y que EEUU esta en la famosa Caza de Brujas después de la Segunda Guerra mundial, y que la censura esta muy activa y por tanto el director debía ser fino y ágil en la consecución de la película. Parte del éxito de la película vino del hecho de que la novela se convirtió en una lectura popular entre los soldados estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial.



Es una película fascinante a mi modo de ver por ese deslumbramiento maravilloso que te provoca la película al ver el entorno irreal que crea el director en el que la gente de a pie se interesa por el arte y la estética, en el que la prensa popular tiene dos críticos de arquitectura, y ejerce tanta influencia en la opinión publica, así como escenas totalmente alucinantes como la de la cantera, cuando Patricia Neal (con un vestuario muy bueno durante toda la película) observa a Cooper y las miradas se hablan. Es increíble porque hasta se puede notar una total ausencia de cuadros en toda la película, no hay, y no es porque la pintura este reñida con la arquitectura sino porque esa ausencia de cotidianeidad que provoca eso, es lo que los protagonistas llenan con su actuación, y sobretodo en las escenas de amor entre ellos (muy logradas jugando con los claro-oscuros de la luz). Son esos “excesos” los que te asombran, atrapan y enganchan cuando ves la película. Cinematográficamente y en mi humilde opinión, me parece una muy buena película con actores que ya no hay y con gestos, sutilezas y detalles que hoy ya no se ven en el cine y que solo directores que hicieron cine mudo pueden conseguir tan bien.

A partir de ahora voy a necesitar de que el lector haya visto la película para poder entender mejor lo siguiente, y lo siguiente es el trasfondo de esta película que mencione al principio, porque no en vano esta escrita por una filósofa objetivista, de una personalidad característica, que desarrolló una filosofía muy controvertida y muy diferente en el momento. Howard Roark, nuestro arquitecto protagonista es el prototipo de hombre dentro de esta filosofía de Ayn Rand. Roark es un arquitecto innovador, con unas ideas muy firmes sobre arquitectura y muy innovadoras en su época. Al principio de la película se nos muestra como pasa de colegio en colegio de arquitectos, y como le rechazan en todos sitios por su visión diferente y “rara” para la época, lo que conlleva que haya una posibilidad de que menos gente le gusten sus edificios y por tanto menos éxito y dinero etc. Por eso es rechazado. Además un hombre de avanzada edad que parece ser amigo de el y que parece ser que de joven fue como el mismo Roark en el momento de la película, en lo que a ideales arquitectónicos se refiere, porque a diferencia de Roark, como veremos, este hombre le dice que abandone y que construya lo que la gente quiere que construya y que abandone sus ideales, porque el hizo lo mismo y le fue mal, pero Roark no hará eso. Mas tarde se ve como por falta de trabajo, y por no ceder a hacer lo que el montón hacia, Roark se ve obligado a trabajar en una cantera de mármol, donde conoce a Dominique Francon (Patricia Neal), la cual queda fascinada por lo que la Ayn quiere destacar: la firmeza moral de Roark, su visión clara de lo que quiere conseguir, y su negación a rendirse. Sus fuertes principios.
Claro, Ayn Rand escoge "la noble profesión de la arquitectura", como ella decía, por la analogía que ofrecía con sus ideas: La supremacía del ego, y el individualismo como virtudes. Por otro lado, Ellsworth Toohey, el columnista del periódico, es su antítesis, el da a la gente lo que desea para así enriquecerse, y que exista un “equilibrio y tranquilidad en las masas”, osea una postura de coerción en cierto modo, es decir de falta de evolución, de avance, de innovación, pero que el considera la libertad. Como dice en un fragmento de la película: “Siempre que se impone una nueva coerción sobre nosotros, automáticamente ganamos una nueva libertad. Las dos son inseparables. Sólo aceptando la coerción total podemos conseguir nuestra libertad total.”
Esta claro, que conforme a las ideas de Roark, que son las mas claras y las que mas nos interesan porque es quien representa la ideología de Ayn, lo que defiende ese modelo de hombre es claramente el capitalismo total, el que la autora considera “el único sistema económico que le permite al ser humano vivir como ser humano, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar”. Como consecuencia podemos adivinar que Ayn Rand rechazaba el socialismo, el altruismo y la religión. Para ella, el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí.

 No en vano el título del libro es una referencia a una cita de Ayn Rand: "El ego del hombre es el manantial del progreso humano".