martes, 22 de enero de 2013

LA NAVAJA DE OCKHAM

Me ha gustado este tema, porque, aparte de ser algo muy sencillo, creo que es algo sorprendentemente práctico, y al menos yo, desde un enfoque personal, creo que “la navaja de Ockham” se puede aplicar a varias cosas. Aparte de la explicación de este principio, que es la que es, y es difícil no parafrasear de nuestro adorado internet, el resto, y es esto es, su aplicación, corre por mi cuenta.

La navaja de Ockham (a veces escrito Occam, para los despistados) es un principio metodológico y filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual, «en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta». Esto es, que cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja. Aunque claro esta, en ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta, el mismo Ockham lo dijo: «La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera». Ya, vale, es verdad, no siempre todas las soluciones van a ser las mas fáciles, es mas, en el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable, de hecho, este es el pilar en el que se basan otros pensadores para hacer “anti-navajas” (como he leído por ahí que se dice). Pero no veamos la cruz de la moneda, y veamos la cara, yo creo que en todo se debe ser equilibrado, y aunque este principio no sea científicamente exacto, tiene mucha sabiduría y mucha aplicación. Veamos casos que se me ocurren.

Por ejemplo, en estadística o informática. En estos asuntos siempre es mejor expresar todo de una manera sencilla hasta se ha se ha desarrollado un principio llamado KISS «Keep It Simple, Stupid!» («¡Mantenlo simple, estúpido!») o «Keep It Short and Simple» («Manténlo corto y simple»), en tono más formal. También en economía, a la hora de resolver problemas, la mayoría de las veces es lo mas sencillo lo que una mejor solución da. Y hoy día en una era de la consumición de productos en masa, quizá lo mas equilibrado seria conformarnos mas con lo que tenemos, invertir en cosas de mayor duración y no de usar y tirar, y llevar, en la medida de lo posible, un estilo de vida que no nos agobie por estar endeudados hasta arriba, sino un estilo de vida de mayor equilibrio a la hora de comprar, consumir, endeudarse… Es decir, solución simple ante solución compleja.

Y por ultimo y mi favorito, en ciencia. En ciencia hay teorías y teorías y más teorías, una rebate a la otra y la otra siguiente rebate a la anterior, y esto no esta mal, ya que así se avanza, pero mirándolo desde la perspectiva de la navaja, su sentido es que en condiciones idénticas, sean preferidas las teorías más simples. Otra cuestión diferente serán las evidencias que apoyen la teoría. Enlacemos esto con la teología y mezclándolo un poco con la biología en el tema de la evolución frente al creacionismo. Cuando observas el universo ves orden, no caos. Cuando observas a los seres humanos, pese a nuestras miserias, ves seres con capacidad de amar, de pensar, de sentir, de disfrutar. Incluso cuando observas animales, con sus curiosos instintos, que siempre tienen una utilidad, ves que lo más sensato es pensar que alguien nos hizo, hasta cuando un perro juguetea ves que hay hasta humor detrás de su diseño si es que alguien lo hizo. Claro, por lo que hasta ahora sabemos y centrándonos en el conocimiento empírico que tenemos, nadie ha visto a Dios, pero si un día nos da por pensar en cosas tan trascendentales y lo miramos desde un punto de vista de la navaja, lo mas simple es pensar (y en cierto modo creer) que alguien nos hizo, que no es azar. Volviendo al universo, si observamos el orden de los planetas, su distancia justa, el equilibrio entre estrellas, ¿nos daría por pensar que se hizo solo? Pensemos en el famoso Big bang y hagamos una metáfora, si lanzamos un puñado de canicas de colores rojo, azul y verde, ¿lo normal es que caigan de un modo azaroso, o que cayeran agrupadas “por casualidad” las verdes por un lado, las rojas por otro, y las azules por otro? Bueno, no se, quizá hoy día pensar en un Dios es algo muy anticuado y tenemos ciertos prejuicios, tampoco podemos saber nada a ciencia cierta, pero siempre esta bien pensar las cosas desde muchas perspectivas.

Por cierto, y para acabar al fin, esta bien saber (y a mi me ha resultado divertido), que la denominación de navaja de Ockham apareció en el siglo XVI, y con ella se expresaba que mediante ese principio, Ockham «afeitaba como una navaja las barbas de Platón», ya que de su aplicación se obtenía una notable simplicidad ontológica, por contraposición a la filosofía platónica que «llenaba» su ontología de entidades (además de los entes físicos, Platón admitía los entes matemáticos y las ideas) y esto lo tenemos muy fresquito de clase y lo sabemos bien. Quizá si Ockham hubiese vivido unos cientos de años antes y Platón le hubiese escuchado, nos hubiéramos ahorrado unas cuantas hojas de estudiar en clase, y alejándonos de la broma, quizá si en nuestro día a día nos acordáramos mas de esto, igual no evitaríamos problemas, pero si unos cuantos innecesarios dolores de cabeza.