viernes, 30 de noviembre de 2012

ARISTÓTELES Y LA POÉTICA.

He escogido este tema por su lado filosófico y para nosotros concerniente, pero también porque el teatro griego es algo que he dado recientemente en otras asignaturas y por tanto unir estos dos hechos me es muy agradable.

Cabe destacar antes de meternos en harina la importancia que tenia el teatro en la antigua Grecia.

El teatro griego se desarrolló a partir del ditirambo, himnos corales en honor del dios dionisios que fueron evolucionando hasta que se creó la figura del actor y posteriormente el teatro en sí. Además en algunas fiestas religiosas griegas se hacia una especie de "festival" donde tres autores representaban cada uno tres tragedias y un drama satírico y se elegía el mejor por jurado popular. Hablando de géneros, los más importantes eran la tragedia y comedia, y además había el drama satírico. La tragedia y epopeya provocaban en el público una catarsis o purificación al identificarse con el héroe y en la comedia se reflejaba la historia y la sociedad y movía más a la risa que a la reflexión.

Respecto a la filosofía, el primer tratado sobre estética que conocemos en la tradición occidental es la Poética, que Aristóteles escribió en el siglo IV aC., en algún momento entre la fundación de su escuela en Atenas, en el 335 antes de Cristo, y su partida definitiva de la ciudad, en el 323, o sea un año antes de morir. Allí Aristóteles da, además, una primera definición de lo que hoy llamaríamos ficción (pero que él llama mímesis), entendida como la construcción de un relato que "imita" acciones humanas.

La Poética puede considerarse también como el primer escrito de crítica literaria (sobre todo teatral, pero no exclusivamente), es decir, el primero en el que se argumentan razonadamente, en función de ciertos criterios formales, objeciones o virtudes de las tragedias que en su tiempo se representaban en los teatros o de las epopeyas que se recitaban como práctica escolar o de cultura comunitaria.

La poética la entiende Aristóteles de dos formas diferentes. Por un lado se refiere al arte o técnica a través de la cual se fabrican y producen instrumentos u objetos para un fin determinado. Por otra parte, alude con ella a las artes no utilitarias o bellas artes. Estas están destinadas a producir placer o agrado en el que escucha, lee, mira, etc. Las bellas artes o artes no utilitarias comprenden la música, la poesía, la danza, la pintura, y la escultura. La esencia de estas artes es la imitación de lo real, lo cual genera placer y admiración. Es en el segundo sentido que Aristóteles utiliza el término de poética en esta obra.
Aristóteles sostiene que la poesía trágica, la comedia, la poesía ditirámbica y aquellas que se acompañan con flauta y citara, tienen en común el hecho de que constituyen imitaciones. No obstante, éstas difieren por tres razones: primero, imitan con medios diversos; segundo, imitan objetos diversos y tercero, por imitarlo de forma distinta. Los diferentes medios usados para imitar son el ritmo, la palabra o lenguaje y la armonía. Algunas artes utilizan todos estos medios como la tragedia, la comedia, la nómica, etc., pero se diferencian porque unos los usan todos, otros algunos, unos lo hacen simultáneamente y otros en diferentes momentos. El arte que imita sólo a través del lenguaje (la literatura) no tenía designación en ese momento.

En lo relacionado al objeto imitado, los que imitan a hombres o más concretamente, a hombres en tanto que sujetos morales, sujetos que realizan acciones, se diferencian por su maldad o su virtud. Los hombres que el poeta imita pueden ser mejores, peores o iguales en sentido moral. Según Aristóteles, la diferencia entre la tragedia y la comedia es que la primera representa mejores (buenos y nobles) a los hombres que imita, mientras que la segunda lo representa peores de lo que son. La tercera distinción que hace Aristóteles concerniente al modo de imitar, se refiere a la divergencia entre la poesía dramática y la épica. En la épica con los mismos medios o recursos para representar a la misma cosa, se puede narrar los hechos poniéndolo en boca de un personaje (de forma directa) o poniéndolos en boca del autor. En la dramática se presentan a todos los imitados como personas que actúan y obran por si mismos, de modo que el autor se mantiene oculto.

Para Aristóteles la poesía surge debido a la existencia de dos factores o causas naturales en el hombre: primero, la capacidad y tendencia a imitar y de gozar con las imitaciones; segundo, la capacidad de la armonía y el ritmo. Los hombres nobles o virtuosos imitan acciones de esa misma naturaleza (nobles y virtuosas) y componen himnos e inconmios. Mientras que los hombres vulgares componen sátiras y parodias. De modo que, los poetas nobles componen tragedia y los más vulgares la comedia. La comedia busca imitar los defectos más irrisorios y feos. La tragedia implica todos los elementos de la épica, pero la épica no implica todos los de la tragedia. La tragedia se diferencia de la épica en cuanto a la extensión, a su carácter narrativo y al tipo de metro que utiliza la ultima. Tienen en común el hecho de que son imitaciones métricas de acciones elevadas.

Luego Aristóteles se enfoca en la tragedia y la define como la imitación de una acción elevada y perfecta, de una determinada extensión, a través de un lenguaje ornado (aquel que tiene ritmo, armonía y canto) en cada parte, por medio de la acción, que conduce a través de la compasión y del temor, a la purificación de estas pasiones.

Aristóteles concibe que al igual que el pintor, el poeta tiene la tarea de reproducir imágenes. En esa tarea, el poeta imita la realidad de acuerdo a tres modalidades. La primera es la realista, según la cual el poeta presenta las cosas como son en el presente o como fueron en el pasado. La operativa y fantástica es cuando el poeta representa las cosas como el individuo o la sociedad cree que son. La tercera modalidad es la idealista, aquí el autor la presenta como debería ser. Mas adelante, Aristóteles distingue entre excelencia ética (política-social) de una obra literaria y excelencia poética. Esto quiere decir que una obra literaria desde el punto de vista político-social puede ser muy aceptada, sin embargo ser considerada como buena literatura y poesía, y viceversa. El poeta puede caer en dos errores. Uno de carácter sustancial cuando es incapaz de imitar lo que pretende imitar. El otro de carácter accidental que alude al desconocimiento de una ciencia o arte determinado.

Finalmente, se Aristóteles se cuestiona sobre cuál es superior entre la tragedia y la epopeya. Para algunos filósofos antiguos entre los que se destaca Platón, la Tragedia gozaba de menor reputación, ya que estaba dirigida a un público inculto y vulgar, incapaz de abstraer, por lo que las ideas le entraban por los ojos. En cambio, la epopeya estaba dirigida a personas cultas, por tanto no necesitaban recursos visuales ya que estos eran capaces de pensar, imaginar y abstraerse. Aristóteles va a puntualizar que la tragedia tiene dos elementos que no tiene la epopeya (espectáculo y canto), y que la unidad de ésta es menos sólida que la de la tragedia. La tragedia es más intensa en tanto que se expresa de forma directa y en primera persona.

Todo este análisis de estos escritos de Aristóteles (que cabe destacar que son apuntes de el, dirigidos a ser expuestos oralmente, no como texto de lectura) muestran claramente una de las características de este filosofo, que marcan su obra, que es la exactitud y minuciosidad casi científica al analizar lo que se propone, y este caso una gran critica y disertación sobre la comedia, tragedia, epopeya y poesía que no en pequeña medida invitan a la reflexión, si no que hace pensar bastante en el origen o impulso de escribir este tipo de obras, las reacciones del publico y las diferencias entre las temáticas.